lunes, noviembre 24, 2003

se murió. y con su muerte se me ha ido la mitad de mi. sucedió sin darme cuenta. un derepente. desapareció. lo supe hasta pasados diez días. que ya no estaba. que ya NO estaba. quise soñar mi rostro junto al suyo. lo hice treinta días con sus treinta noches. paso a paso. nos íbamos a la cama. y ahí me quedaba contemplando sus ojos grandes bonitos. en la oscuridad. su brillo. casi sin darme cuenta le hablaba. muy quedito. y reíamos. y me miraba. y yo sabía que me podía perder en esos ojos sin miedos. cada noche era lo mismo. oía sin escuchar nada.

pero se me ha muerto. y no se cómo ha sido. sólo sé que un día no apareció más. sólo sé que un día me encontré sin sueño. y ya no pude buscarle.
sólo sé que ahora ando buscando su mano en el aire. como para asirme de ella... como para irme donde sueña.

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