domingo, julio 04, 2004
something is...
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un día suena el teléfono. no. quisieses que sonara el teléfono y no lo hace. se mantiene estàtico y tú a la espera de que suene. se te levanta en el estómago, casi al mismo tiempo que tú por la mañana, la sensación de que lo correcto es que en este día algo suceda, pero no lo hace. de nuevo la noche con sábanas de cuadritos rosas que huelen a recién lavadas, la ventana con sus pesadas cortinas cerradas, la luz que ya no entra. los ojos que se te cierran sin cansancio. la mañana siguiente.
el día de la marmota pero todos los días, peor aún, en este episodio te mienten, te mientes: dicen que son días diferentes y tu lo crees. se te convierte en cotidiano. y no hay problema. no hay problemas.
otro día despiertas, todo es lo mismo y tu sonries porque no hay nada de malo en ello. los días no son catastróficos ni nada... hasta aparece tu nombre en la lista de los que son felices de nuevo ingreso.
un día suena el teléfono. no. quisieses que sonara el teléfono y no lo hace. se mantiene estàtico y tú a la espera de que suene. se te levanta en el estómago, casi al mismo tiempo que tú por la mañana, la sensación de que lo correcto es que en este día algo suceda, pero no lo hace. de nuevo la noche con sábanas de cuadritos rosas que huelen a recién lavadas, la ventana con sus pesadas cortinas cerradas, la luz que ya no entra. los ojos que se te cierran sin cansancio. la mañana siguiente.
el día de la marmota pero todos los días, peor aún, en este episodio te mienten, te mientes: dicen que son días diferentes y tu lo crees. se te convierte en cotidiano. y no hay problema. no hay problemas.
otro día despiertas, todo es lo mismo y tu sonries porque no hay nada de malo en ello. los días no son catastróficos ni nada... hasta aparece tu nombre en la lista de los que son felices de nuevo ingreso.
